miércoles, 18 de abril de 2018
Tuvimos tanto frío y tanta sed
llenándonos
la boca de nieve.
yo tiritaba siempre
agitándome en todas direcciones
como se sacuden los perros el agua de los charcos
llenos de barro;
y entonces, la tierra seca se incrusta en la piel
y pica, hiere, hace daño
y entonces, se solidifica el fango:
construimos cárceles con nuestras propias manos.
esperando con los ojos cerrados
a no sé quién
no sé cuando.
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